12 mayo 2009

Julia Chambeadora





Julia es un buen nombre


Sus pasos resonaban con un eco firme. No solía usar tacones, pero esta vez un par de agujas rojas la elevaban cinco centímetros del suelo, otorgándole el andar de una yegua fina. Tenía diecinueve años cumplidos y Ramiro uno de preso. Las visitas precedentes la habían inmunizado de las miradas hambrientas de los internos: es más, ahora parecían gustarle, la hacían sentir bien, poderosa. Más que un simple halago a la redondez y perfección de sus nalgas, lo tomaba como una actitud filantrópica, un acto humanitario. Que vean lo que quieran, que se alimenten, se decía, y erguía ligeramente el trasero.

El custodio se detuvo frente al Oasis, como llamaban al área de las visitas conyugales. Giró sobre sus talones y clavó por un instante la mirada en el par de tetas que tenía frente a él. ‘Pase y espere’ le dijo y mientras empuja la puerta. La humedad que emanaba de las paredes le erizó la piel.

Un momento después entró Ramiro. Tras él, se azotó la puerta y se escuchó el grito ritual: ‘corre tiempo’. Tiempo oro en el cual no se reparaba en los detalles, cuáles zapatos nuevos ni que la chingada. Veinte minutos apenas para desfogar la pinche comida amalgamada, las chinches, los ronquidos a coro, la peste a orines y mierda; pero, sobre todo, el puñetero aburrimiento acumulado día tras día, que iba matándole a uno las ganas de vivir. ¿Veinte minutos? Vamos, no bastaban para decirle bien a bien que era una desgraciada, una ojeta y cabrona por no haber venido en los últimos seis meses… ¡seis pinches meses! ¿Con quién andaría de puta, la muy puta?

Avanzó lentamente hacia ella. Bajo el foco que pendía del techo, Julia pudo contemplarlo por un momento. No era ya Ramiro el mujeriego, el cabrón-hijodeputa, desmadroso y valemadrista. Ya le pesaba la cárcel. Se le notaba en la vista seca, en la calva naciente, en los hombros ligeramente tirados para delante. A sus 39 años se le habían sumado un par de lustros sin misericordia. Con todo, intentó intimidarla con la mirada. Ella permanecía firme, altiva. Se había arreglado especialmente para la ocasión, había imaginado la escena previamente, se sentía preparada para lo que fuera. Vestía un escote abierto, una falda corta, media de red; se perfumó las pechugas, se acicaló aquí y allá. Si viviera, su mamá le hubiera dicho que vestía como una puta. ¿Y qué importaba? Se sabía buenísima. Abrió los brazos y lo recibió en silencio, con un gesto de niña traviesa.

Ramiro hundió la cabeza entre sus tetas. Por un momento se dejó proteger por la tibieza de ese par de frutos que lo confortaban con una mezcla de sudor y perfume. Aspiró hondo. De pronto, todo el ardor contenido lo contragolpeó con violencia y se le concentró en la punta de la verga como un ejército herido y furioso. Un deseo irrefrenable de sexo y venganza le nublaba la vista. Sintió que le faltaba el aire. Jadeaba. Con movimientos desesperados rompió el amarre del pantalón, sacó su pene erecto, y comenzó a masturbarse con fiereza, pegando su cuerpo al de ella, sometiéndola, presionándola contra la pared, hundiendo cada vez más la cabeza en su pecho, empujándola casi hasta derribarla, envistiéndola.

Julia resistía. Como pudo soportó de pie los embates de Ramiro, intentó frenar su desesperación posando sus manos sobre sus hombros. Quería imponer su ritmo. Domesticarlo. Frenó la mano enajenada de Ramiro y la sustituyó por las suyas, envolviéndole el miembro como si fuera un ave lastimada. Había tiempo, poco, pero suficiente. Ramiro jadeaba, intentaba frenarse, quería contemplarla, sentir su aliento joven, sus pezones, sus nalgas, su calor, pero apenas podía con la presión de su torrente sanguíneo. El contacto frío y suave de las palmas de Julia provocó que volteara al techo y aspirara hondamente. Respiró. Calma, calma, se dijo. Apretó las mandíbulas. Balbuceó: maldita, seas, dónde putas habías estado, dónde chingados te habías metido… shhh, shhh… respondió ella, mientras se agachaba pausadamente y araba con la punta de su lengua su vientre, avivando a su paso el olor amargo de la piel abandonada. Podía sentir el pulso de una bestia desesperada, era un explosivo activado. Lentamente, muy lentamente, recibió el miembro de Ramiro con la lengua y luego dejó que se deslizara hasta la garganta. Contuvo el aire. Sabía cómo hacerlo. Lo cobijó con su aliento, lo humedeció cariñosamente y lo sacó despacio, con amor, con morbo, como él mismo le había enseñado a hacerlo. Quería mimarlo como nunca para que la recordara siempre así, entregándose, sí, usándola, sí. Sabía que cada segundo extendido era una garantía en la memoria, era la manera en que cada una de las letras de J-U-L-I-A quedaría tatuada en su cuerpo. Otra vez lo metió hasta la garganta, despacio… despacio. Besaba una hidra que apenas se podía contener.

Una extraña atmósfera de sensualidad envolvía a Ramiro. Lo aletargaba, lo drogaba. Todo confluía: la soledad, la cárcel, el amor que había sentido por la pinche Julia, que ahora estaba otra vez a sus pies. Julia, Julia, la pinche Julia; y Julia continuaba con su labor, despacio, con amor, con morbo, revirando de vez en cuando hacia arriba, extrayendo todo el dolor de ese hombre que había amado por pendeja, por niña inexperta, por caliente y Ramiro cerraba los ojos y tambaleaba la cabeza sumido en un placer narcótico, de morir, de vivir, de ser otra vez quien era, el dijo de puta al que todo le valía madres. ¿Qué más daba? Si la vida es una mierda por igual, fuera, dentro, arriba o abajo, somos todos contra todos, devorándonos sin parar, así era el puñetero mundo… y comenzó a venirse con violencia, contrayendo cada unos de sus músculos, reiniciando el alma perdida hace seis meses, resucitando, ofrendando dosis de una savia tibia y temblorosa que Julia recibía sin remilgos. Era ella quien inventaba un túnel de escapatoria efímera, el momento de libertad y un diminuto adiós de 5, 6, 7 segundos. Era todo lo que podía hacer por él. Ramiro volaba por encima del pabellón, ausente, por instantes, 8, 9, 10, 12 segundos… Tiempo!, gritó el custodio. Órale, órale jijos de… no son los únicos que necesitan cuarto. Ahí les va la puerta.



41 comentarios:

La Guera Rodríguez dijo...

o seaaaa?...jajaja
a poco transcribiste el texto de una revista de esas taaan educativas?....órale!

por cierto...
que bueno que le pones algo de color a tus textos =)

Anónimo dijo...

Wow! me gustó tu texto...

Elegiste un escenario complejo y creo que te ha salido bien ;)

Saludos!

Mar dijo...

Qué afotunado evento el que haya llegado hasta tu mano esa revistita de la que no has dejado de hablar.

Mira nomás lo que te motiva a escribir.

¿Es de muy mala educación publicar abiertamente que tu narración erótica de tipo visita conyugal de malandro preso con su esposa libertina me agradó demasiado?

Luisz dijo...

No puedo más que aplaudir y decir:

'¡Ah, pinche Julia! ¡Que buena estás!'


Saludos.

Mar dijo...

Oye... ¿Y deveras te costaron $3.50?

яoѕαuяα dijo...

holaa!! gracias por tu comment aunque no lo entendi..pero sigue asi :)

Eco dijo...

Es curioso, nunca creí que alguien más tomara una de estas publicaciones y le sacara el jugo para realizar una narración excelente.

Como dijo Flor de Loto, la escena es compleja y la manejas muy bien.

A veces quisiera escribir como tú. Otras sólo quiero escribir.

Muchas gracias por su visita señor indigente ilustrado.

Unknown dijo...

qué buen sabor deja este texto caray...qué buen texto

Meryone dijo...

me encantó el texto!

y me encanta la portada de la segunda revista. además, es cosa mía o tiene un aire a bettie page?

escuchaste las canciones? era sumamente cursi, pero son canciones fundamentales en la movida madrileña que, a su vez, es fundamental en la música española. y no es que me entusiasme, pero hay cosas que sí

la caca de colores es de siniestro total, un grupo que sigue tocando (yo estuve en un concierto este verano)

besos y bienvenido a bordo

ps. y buen consejo el del arma para el faro

AnarquiStar dijo...

Maldita sea...

Capricornio tenías que ser...

Pero eres de esa clase rara -como la mía -que es kitsch...

Bueno, como la nuestra... Y de seguro te gustan las películas de mal gusto -léase los Almada, Zayas, Rosa Gloria Chagoyán, Isela Vega y Angélica Chaín entre otr@s -y las cuestiones cuasi-metafísicas... A ésto último no le pongas mucha atención...

Y el fútbol y el alcohol ¿no?

Y para colmo, del bajío chingá... No vayas a salir que de León... Ya sería mucha coincidencia kármica...

Cheers...

Isolda dijo...

Um, no es que seas Sade, pero según lo que recuerdo de mis lecturas furtivas de infancia, los textos de esos libritos se reducían a pocas fraes y muchas interjecciones, por lo menos en la tuya hay más fluidez. Ay, no debería usar la palabra fluidez este contexto.

oNDSKa FLiCKa dijo...

Esoe s sacarle probecho a todo, jaja.

Aunque enr ealidad siempre he creído que fuera de lo vulgar de las ilustraciones y de las historias, los escritores de esos libros tienen una habilidad cañona para hacer historias perfectamente circulares, nunca dejan cabos sueltos.

como siempre tu texto me ha atrapado.

Saludos!

Anónimo dijo...

Indigente! a ver si te das una vuelta por mi blog en el post "flor venenosa" contestadito tu mensaje, a ver si no te enojas, jajajajajaja

y eso de leer revistas del tipo que te ha inspirado a este texto, está bien, no hay bronca, no demerita tu trabajo ni tu imagen ;) hay que saber de todo, qué no?

Saluditos1

Nurkia Rudametkin dijo...

Hola:
Fíjate que mi segunda novela trata de una mujer que esta presa, por tal motivo quise ir a conocer la carcel de mujeres, hablé con el director del CERESO, y me permitió la entrada. Pasé aun lado de el lugar de visita conyugal y me imaginé las miles de historias que han pasado por ese cuarto, y la tuya bien puede ser una de ellas.
Bien logrado!
Saludos

Dianae dijo...

Hola! Gracias x comentar en mi blog!!
jajaja..q graciosos están los títulos d las revistillas esas!
Y en cuento a tu historia (supongo q es tuya, no?), me gustó, logras atrapar al lector y no me pareció para nada vulgar, jejje
Saludos!

Raquelle dijo...

¿Qué puedo decir que no hayas escuchado antes? Tal vez decir que me pareció excelso no es sufiente. Suelo encontrar las palabras adecuadas al momento de hacer un comentario o una critica, pero esta vez me es imposible. Solo puedo decir que llegue a esa escena, pude contemplar el olor de la cárcel, la desesperación de Ramiro. La seducción de Julia, me encantó!

Por cierto muchas gracias por tomarte la molestia de leer mis dos blogs y por ese comentario en "Historia de un taxi" seguire tus consejos y no. Por ahora seguire en mi vida habitual, cotidiana y tal vez hasta monotona. Pero asi me gusta, NO MAS EXTRAÑOS PARA MI.

Saludos

Nayeli G dijo...

Esto podría ser también un buen cortometraje, casi toda la seuencia apela a la vista. Buen texto. Saludos.

Eva dijo...

Lo explicas todo de una manera sobrenatural. Enhorabuena =)

Unknown dijo...

Sí fuera hombre creo que le haría ojitos a Julia, pero creo que eso sería un poco maricón.

Bravo.

Jo dijo...

uy.. pues Julia es un buen nombre a los 19 años no usaba tacones de esa clase pero me apuesto que caminar por cualquier sitio con esas agujas afiladas suben no solo el trasero de uno.. sino el ego

jaja oye este tipo de relatos siempre venden si tienes suficiente curiosidad te presumo que yo ya soy secretaria en Asuntos Bipolares y no le envidio nada a Julia...

ja

El Ángel Caído dijo...

Órale: Qué chingón escribes, me cae. Quiero suponer que eres Leonés (eso explicaría todo).

Saludos, paisano.

María Jose Orange dijo...

Otro otroo!!!

Me gusta :)

Deberias de incluir mas imagenes asi dibujitos ^^

XD

P.D: Quiero con Julia yaaa!!!

:I

Shadow V dijo...

relatos eroticos. suben el pulso de cualquiera.

Jova dijo...

Que onda con esas revistas, y ademas estan al dos por uno jaja. Lo malo son todas las interrogantes, ¿porque diablos estaba Ramiro en la cárcel? y la otra piut porque no buscaba a uno libre ¿o ya lo tenía?

Unknown dijo...

*suspiro*
pinche julia

Hannah dijo...

...

Hannah dijo...

Ya sabes lo que pienso...
El nombre de Julia quedo perfecto.

Un beso -novio-

Hannah dijo...

-minimo me hubieras dado el credito de "musa"-

veamos juntos una de esas revistas!!!

J. Carlos Seguin Romero. dijo...

Tìo, que sexoso, pero que hermoso.

Uvé dijo...

Que beun ritmo le metiste. Te quedó muy bueno

Uvé dijo...

Precisamente había estado hablando de esas revistuchas enlasemana pasada.

Alessa dijo...

A pues gracias por pasar en mi blog xD
Saludos

Yurian dijo...

El erotismo puede tener muchas formas, incluso escatologicas. Eso no le quita ninguna senuslidad.
Interesante cuento :)

Abbita dijo...

me dieron ganas...

de seguir leyendo

=)

.. Âtipik Fräulein.. dijo...

muy buen texto, pero apoco si lo sacaste de un de esas revistonas de alta cultura jajaj

suspiros dijo...

creo que nunca te habia leido, me gustó el relato, te seguiré

saludos

Verdaderoyo dijo...

Que buen rato me he pasado leyendo tan buen texto . . .

Pinche Julia . . .

Anónimo dijo...

jajaja yo recuerdo haber visto una revista de esas pero tirada en la prepa jajaja la comprarian y la abandonarian? es literatura erótica :p saludos!

antartida dijo...

no me gusta mucho.... mmm no sé, quizá es q no pega con mis morbos o que se yo, pero la típica niña warrona y el típico viejo puag me lo imaginaba tan asqueroso.... que para nada me puso cerda el texto, una pena, tiene buenas intenciones aunque algo super ficiales jajaja, no sé, me gusta más cuando escribes otras cosas que parecen más personales, recuerdo otra historia de otra warrona.... xdddd q estaba chula.
besos nene y no te olvides de mi pedazo de rancio!

Kare dijo...

Muy buen ritmo. De la imagen que evoca calle, lascivia y morbo,se puede hacer una buena historia
Saludos :)

Aheoros dijo...

Cabrón...
Ahora bajo varias de esa revistas de la portada ¡¡¡