21 agosto 2008

Tacos

Aunque mi rampante masculinidad ha sido cuestionada por no practicar con suficiente frecuencia aquella entrañable actividad de la abstracción visual del cuerpo humano; es decir, abismarse mironeando no tan de reojo la pantorilla, escote, piernas, trasero, torso y etcéteras curvilíneos de algún espécimen del género de nuestra preferencia, éste es un noble arte que defiendo acaloradamente.

Más allá de refutar la monumental estupidez de los ridículos argumentos de la Iglesia Católica al condenar y prohibir a las mujeres el uso de prendas breves que dejen transpirar la piel y hacer sudar la imaginación, quiero ocupar este irresponsable pero sincerote espacio para reivindicar la gracia y el goce del placer voyeurista. No se trata del folclórico gañán gritando ‘maaacita’ desde algún andamio, sino del vuelo de una falda doblando la esquina congelando los cuadros de la película; no se trata del grito cobarde y aburrido del grupo de amigotes esquineros, sino de la franca e inevitable indefensión de la mirada alguien ante el avasallador paso de alguien..

Un taco de ojo.

El voyeurista, según la clasificación de las parafilias sexuales, es aquel que busca un estímulo erótico en el acto o la fantasía de observar a otras personas, ya sea al desvertirse, desnudas o teniendo relaciones sexuales. El ojo que ve, pero no es visto.

Lejos de esta definición de la sexología, en mayor o menor medida, el voyeurismo es una práctica generalizada en la vida cotidiana masculina. Ya sea por costumbre, impulso hormonal o instinto de género, buscamos el estímulo erótico visual. Para el inconsciente colectivo masculino, el voyeurismo significa el deber de ver: verlas a ellas.

La mirada es selectiva, se concentra en un punto de interés. El que mira es el juez que califica, el deseo que desea. Como un imán ocular atraído por fuerzas que sólo Eros comprende y controla a su voluntad, nuestra vista se posa en ellas con la sublime pretensión de apropiarnos de lo que vemos.

Nuestra mirada puede detenerse en su rostro que incluye inevitablemente la boca y sus labios, pasear por su cabello y descender por su cuello. Especular sobre su atuendo que tal vez indique su ocupación. El escote es una escala casi siempre necesaria en este recorrido visible. Mirar sus piernas es una tentación difícil de resistir. En todo caso, sólo nos queda observar la rítmica ondulación cuando paso a paso se aleja de nosotros. Los hombres quisiéramos tocar lo que vemos, nuestra mirada espía, desviste, penetra.

Miradas que matan.

Por su parte, las mujeres se saben dueñas de su atractivo, ponen trampas a nuestra vista y caemos en su abismo. Ellas tienen la capacidad de mantener, alentar o detener el juego erótico-visual con miradas que matan o seducen. Hay miradas sorpresivas, sorprendentes y sorprendidas; amorosas, amables y cálidas; alegres, provocativas, delirantes, deseosas y deseables; inolvidables, olvidadizas y olvidadas; asimismo las hay tímidas y distantes; frías, tristes y ajenas.

Las mujeres hablan con la mirada. Pueden mirar discretamente, como sin querer, de reojo; mostrar un parpadeo nervioso; mirar por un momento y luego con aire distraído voltear a otro lado; sostener la mirada como un desafío; sutilmente invitar; traslucir en sus ojos cierta complicidad; exponer el corazón; reflejar el cielo; despertar pasiones insospechadas e incontrolables.

En el encuentro de miradas se descifran claves, signos y artificios, la mirada es un puente bilateral de múltiples posibilidades, todo se dice o se puede decir con la mirada. Como afirma el refrán popular: de la vista nace el amor, pero también el deseo y la pasión.

20 comentarios:

Mar dijo...

Ya tenía muchas ganas de leerte algo así.

A decir verdad, el vouyerismo no me parece tan reprobable como el mismo DSM IV sugiere. Pienso que el placer de mirar y deleitarse gracias a éste no debería ser tan mal juzgado.

Salvo que se trate de algún patán fastidioso, o de algún barbaján que hace algo más que mirar, un encuentro de miradas puede ser realmente exquisito.

Como este post tuyo.
Muajajá.

Mar dijo...

Ash, me choca tu habilitacionamientamiento de comentarios.

¡Y me dices 'nenaza' a mí!

Anónimo dijo...

las miradas tienen que ser defendidas, evoe evoe!

no se pueden prohibir las minifaldas, la iglesia nomás quiere que la pelen porque ya descubrió la gente que dios es gay y está enojado porque no lo dejan tener hijos

me encanta la palabra "rampante"

B West dijo...

me encantó la manera que hablas de nosotras las mujeres y nuestras miradas ;)

Luthien dijo...

Es que las miradas que lanzamos cuando hay algo de buen ver jajaja son demasiado mmm explícitas jajaja

•••ﺕ ∂ИηٱµX ﺕ ••• dijo...

taco de ojo de tripa de lengua..paseleeeee!!! si eres malo y sucio..jajaja ya t juites y no m vites

satira dijo...

no se , no se para todos es diferente todo me decaro culpable de lo que se me acuse jajaja

saty

Bruja dijo...

Tiene uste toda la razoon, yo no soy hombre pero tambien me gusta mirar,que tiene de malo voltear a ver a una chava que llama la atencion antes que mi novio???? y el se caga, deberia estar contento digo yo.

Yareli dijo...

Yo miro, tú miras, él mira...Hay que conjugar ese verbo más seguido.

metztli dijo...

me encantó leerte!!

por alguna razón, mientras mis labios iba descifrandote, me sentí ante una mirada sorpresivamente erótica y provocativa...

muy buen post

Hannah dijo...

Hoy te permito que no solo tu mirada espie,desviste y penetre...

Besos Gabino!!!

Anónimo dijo...

oye jotito mamavergas reprimido..

no te hagas pendejo...!

te gusta la pexcuesona...

te guista la verga...

mmmmmverga...

aver ....abra el hociquito y reciba mi fresco chorro de lechita espumosa y acida.

no escupa!

aprenda a su mamcita y a la puta de mar

D dijo...

Pinche webon, ya aparecete...

Entiendo el punto, pero mi estomago no, me largo por unos tacos de tripa!

Ahí nos vemos...

D dijo...

Ooo Chingada madre!

Quita esa madre de aprobar comentarios....

Haciendo referencia solo a la mencion que aqui se hace de manera ingenua del DSM IV...(

No protagonices una personalidad borderline... (DSM IV)

antartida dijo...

pues yo pienso q no todas las mujeres se saben dueñas de nada o nadie, ya hay muchas con tristes sentimientos de inferioridad, patéticas formas de autoamarse, ya que es dificil creer en el amor de otro.
amor visual como amor completo tb, no lo separo del amor.
pero no es tan bonito como ser ellos vislumbrdores y ellas modelos de belleza y hormonas.
hay mucha mierda debajo, incomprensión (de ahí la obsesión de observar) y ostentación superficial (de ahí las miradas altivas femeninas q no se chocan con los ojos del vouyeur).
necesitamos todos....

un abrazo al fin y al cabo no?

centinela dijo...

y tu que pretendes explicar el mundo de las miradas, dirías que las tuyas llevan un plan? o que solo nacen así...porque no puedes deterner que se den?

Mar dijo...

Gracias por el reconocimiento público.

Jajá.

Saludos al Don Indigente, y a Doña Violett.

Yurian dijo...

!Me encanto la vuelta que le diste al tema!

Ahora pienso de otra manera sobre el manoseo visual xD

sarahidalgop dijo...

Detesto que me miren, detesto los comentarios tipo "m'acita".

Los detesto tanto que cuando ando en camión, así me esté muriendo del calor, no uso faldas.

*D* dijo...

Personalmente me gustan las miradas sobre mi, no importa el tipo de mirada que sea, me gusto tu post.

saludos ;)